Cómo nos cuesta seguir el ritmo intenso de la competencia internacional. La dinámica impuesta por River Plate en el Nacional era de admirarse, pero el trabajo táctico que realizaba Alianza Lima fue bastante bueno también. A los íntimos les quebraron el riguroso esquema defensivo en una oportunidad y fue para lamentarse.
Los argentinos llevaron la batuta del juego y el control del balón, pero se les hacía un mundo ponerse frente a Angelo Campos. La línea defensiva de Alianza cerró los espacios y controló casi a la perfección la intención del pase filtrado. Vilchez siempre atento. Míguez el bastión del área grone y Ramos no se hacía problemas al despejar el balón lejos.
Por las bandas un correcto Mora y un dubitativo Lagos apoyaban la tarea. El todocanchista Ballón, como siempre multiplicándose; Valenzuela lo secundaba bien. Jairo Concha apenas podía con la presión asfixiante del millonario de La Plata. Barcos y Benavente, a pesar de ser poco alimentados se dieron maña para incomodar a los defensores gauchos.
Si tuviéramos que analizar los noventa minutos diríamos que fue un encuentro monótono. Un equipo que dominaba y otro que esperaba ordenado. Un equipo con visión de juego y el otro tratando de resolver con corazón. Un equipo que no se cansa de buscar y un equipo que se desconcentró.
A los 65 minutos llegó esa jugada que fue lo que River intentó todo el encuentro, Alvarez filtró un balón entre los defensores grones y Matías Suárez definió fuerte, rasante y esquinado para vencer a Campos.
Los dirigidos por Carlos Bustos también tuvieron ocasión de anotar. Primero Benavente no pudo resolver ante un centro de Mora; un cabezazo de Yordi Vilchez en el inicio del complemento que exigió al portero Armani y un potente zurdazo de Aldair Rodríguez.
Alianza Lima se quedó con diez hombres tras expulsión de Aldair Rodríguez por pegarle una patada por detrás al paraguayo Rojas que, lamentablemente terminó siendo una doble fractura.
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