Un viejo adagio del fútbol dice que los equipos se forman de atrás para adelante y si repasamos la formación aliancista nos topamos con Angelo Campos, un arquero seguro, con muchas condiciones y siempre figura en el cuadro blanquiazul.
Si bien la defensa se batió con prestancia, era inevitable que en un encuentro de esta envergadura no sea exigido en más de una ocasión, pero siempre respondió a la altura de las exigencias.
Campos ahogó el grito de gol de los cerveceros en reiteradas ocasiones; su ubicación, felina reacción y exigidas estiradas impidieron ver su valla vencida por eso Riquelme en un par de ocasiones, Irven Ávila y Christofer Gonzales se quedaron con las ganar de celebrar ante las intervenciones del portero grone.
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