Un triunfo para recuperar la confianza. Alianza Lima ha vuelto a la senda de las victorias, ha sumado sus primeros tres puntos en el Apertura y ha dejado atrás la mala campaña internacional. Un autogol fue el único de la tarde dominguera de Matute.
Sport Boys es un equipo incómodo, todo el partido dio muestras de su aplicado libreto y cortó, en gran parte del encuentro, los intentos blanquiazules. Por su parte, los dirigidos por Pablo Bengoechea intentaron generar fútbol sportando la presión de los chalacos, pero a muchos les costó el rigor de la marca impuesta por "la misilera".
En defensa Alianza Lima no pasó mayores sobresaltos, Riojas y Godoy se anticiparon siempre a la intención chalaca; Butrón era un simple espectador hasta el último minuto en que se convirtió en el héroe. A Costas y Cruzado les costó mucho moverse libremente para recibir el balón y, sobre todo, para entregarlo con propiedad. Hohberg fue el más movedizo en los últimos tres cuartos del campo, mirando siempre el arco rival.
Precisamente, un disparo de Alejandro Hohberg propició el mal control de Martinuzzi, el balón pegó en un defensor rosado y se incrustó en el arco porteño para alegría del pueblo blanquiazul.
Las emociones no habían terminado. Al minuto 93 Diego Haro, que no quería pasar desapercibido, sancionó un penal -que no existió- para Boys; un minuto más tarde Leao Butrón se convertía en figura atajando el disparo de Joazinho Arrué. Fiesta en Matute, palmas para Butrón y alegría en el corazón.
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