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| Fuente: RPP |
Encajarle cuatro tantos a los
ecuatorianos en teoría, era poco probable. En la realidad, imposible. Alianza
Lima nunca mostró en el campo de juego esa rebeldía necesaria para buscar que
revertir el resultado en contra y se estrelló contra el orden y dinamismo de
Barcelona.
Los dirigidos por Sanguinetti casi
nunca llegaron de forma clara al arco de la visita y en ningún momento se
cambió el libreto de tirar los pelotazos para Mauro Guevgeozian a pesar de verlo
luchar contra sus limitaciones y contra una defensa ducha en el juego aéreo.
Barcelona se sabía sin presiones y
acomodó el partido para el contragolpe superando siempre la línea medular
blanquiazul y poniendo en aprietos a los centrales y al mismo Forsyth, que
salvó en más de una ocasión el arco blanquiazul.
Cumplido el tiempo oficial el juez
principal dio una prorroga de cinco minutos y apenas a los 91 dio por
finalizado el encuentro ya que de las graderías lanzaron bengalas al campo de
juego a pesar de las advertencias en el primer tiempo.
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