Ningún integrante de la delegación aliancista quiso declarar
a los reporteros. El DT Sanguinetti salió muy molesto del camarín, dejando la
impresión que ocurrió algo adentro. No pronunció palabra alguna y se fue raudo al bus que los trasladó a su hotel. Los jugadores tampoco accedieron a
hablar.
El único que dijo unas cuantas palabras que el portero
Heredia que reemplazó a Forsyth, señalando que en el gol no tuvo la culpa, que
están en mala racha, pero que hay que seguir trabajando. Cuando le preguntaron
sobre la advertencia de la presidenta que rodarían cabezas y si perdían, no
quiso opinar.
Fuente: Diario Ahora (Huánuco)
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