El punto cosechado en el Heraclio
Tapia no resulta del todo malo si ponemos en una balanza el trajín de las casi
10 horas de viaje por tierra hasta la ciudad de Huánuco, el hecho de haber
llegado pasadas las 4 de la madrugada para recién concentrar y el esfuerzo
desplegado por los dirigidos por Sanguinetti para quedarse con el triunfo.
La actuación grone es digna de la admiración
y el elogio de su hinchada; con todos esos atenuantes, salió al campo a proponer su juego vertiginoso y estuvo a punto de abrir el marcador por
acciones de Costa y de Trujillo, quienes inquietaron de media distancia.
Pasados los veinte minutos de la
parte inicial, se equipararon las acciones y las intensiones ofensivas se
alternaban, siempre imponiéndose las defensas. Rivera por los locales y Forsyth por Alianza
Lima se convertían en figuras al ahogar el grito de gol en la tarde soleada.
Para la segunda mitad, ambos técnicos
ensayaron variantes para manejar el balón e inquietar el arco rival, pero el
marcador no se abriría.
En Alianza se empezó a sentir el
rigor del encuentro y bajaron un poco las revoluciones; la acción más clara de
los blanquiazules fue un cabezazo de Pablo Miguez que se le adelantó al portero
huanuqueño, pero el balón pasó por arriba del travesaño.
El siguiente encuentro ante Juan
Aurich en Matute debería significar el primer triunfo blanquiazul y para ello
ya trabaja el elenco del uruguayo Sanguinetti
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