No recuerdo un clásico más aburrido. Los jugadores no se contagiaron de la
fiesta que se vivía en la tribuna y el resultado, si bien molesta, no es para
hacer un drama. Tal vez el desgaste del exigido triunfo a mitad de semana ante
los rimenses, tal vez la ausencia de Yordy Reyna o quizá el desequilibrio que
se causó a la interna del grupo con la supuesta separación del DT terminaron
por afectar al equipo.
Alianza Lima hacía un partido para el 0 – 0. En el fondo no pasaba mayores
apuros, la línea defensiva que repitió Valencia trabajaba bien, aunque no había
proyección de los laterales. Un medio campo batallador que ésta vez tuvo menos
sorpresa que el miércoles y en ofensiva fue escasa la producción.
Alianza sacaba el partido cuando los locales querían cobrarse la revancha y
se jugaban su final. Cuando todo parecía controlado la mala fortuna se tropezó
con Branco Serrano que saltó tarde a un balón, no pudo rechazarlo y se generó
la jugada del gol crema. Después de eso Valencia trató de proponer más en
ofensiva con el ingreso de Vidales, Quinteros y Peña, pero solo quedó en el
intento.
Cuando se pierden estos partidos la manera ideal de pasar la pagina es
venciendo el siguiente partido , y no hay mejor oportunidad que jugando de
local ante Unión Comercio en el horario que le gusta a la hincha grone: sábado
por la tarde. Entonces la próxima cita es el 29 de junio a las 5:45 en Matute.
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